Tengo un nuevo hobby. Y lo llamo así porque no solo me interesa, sino que me divierte 🙂
Desde hace algunos años he empezado a sentir más y más curiosidad por el mundo de la belleza. Supongo que no podía conformarme con la moda y la música, ahora también necesito meterme de lleno en todo lo que tenga que ver con la cosmética, los cuidados faciales, los tratamientos para la piel... es algo que me ha ido interesando a medida que he ido cumpliendo años. Supongo que no seré la única a la que le pasa 😉
Siendo totalmente franca con vosotros, confieso que prefiero gastar mi dinero en buenos productos de cosmética que en un par de zapatos o un bolso de mi wishlist. La obsesión por tener la piel siempre perfecta me ha llevado a adentrarme en este maravilloso mundo de cremas, aceites y mascarillas que conocí gracias a mi admiración por los rituales de belleza de las mujeres japonesas y coreanas. ¡¿Habéis visto la piel que tienen?!
"Ojalá tuviera el rostro de porcelana", me he oído decir a mí misma cientos de veces. La verdad es que mi piel ni es tan blanca, ni tiene ese aspecto tan pulido (tengo pecas y mi tono es algo cetrino) pero sí que puedo decir bien orgullosa que se ve súper luminosa y, sobre todo, muy sana.
Para poneros un poco en situación, siempre he tenido la piel seca, por esta razón el uso de aceites y cremas untuosas entra dentro de mi ritual, así como el hecho de estar siempre pendiente de mantenerme hidratada día y noche. Además, mis poros son extra finos y muy pequeños, así que no sufro los infortunios de los puntos negros, espinillas y granos (algún granito hormonal me sale, no lo voy a esconder) pero nunca he tenido acné y dudo que jamás tenga. Aún así, tener la piel seca también conlleva una serie de preocupaciones que, incluso, pueden ser más molestas que los que tienen la piel grasa o mixta. Las arrugas llegan antes, por ejemplo.
Ya que cada piel es un mundo y, probablemente, los productos que yo utilice no os sirvan a la mayoría de vosotros, hoy no os quiero hablar de mis serums preferidos ni de mis marcas fetiche, sino de los 10 mandamientos que he seguido desde hace años para tener la piel bonita y extra sana.
¿Queréis conocerlos? Seguid leyendo...
NO FUMARÁS. Creo que aquí está todo claro. Nada más que añadir.
DORMIRÁS MÍNIMO 8 HORAS. Es un gran cliché, pero un cliché muy cierto. La piel se regenera mientras dormimos y necesitamos descansar un mínimo de horas para no despertarnos con ojeras y la piel inflamada del cansancio. Duerme, te sentará genial. Y a tu cara más.
TE HIDRATARÁS. Otro topicazo, pero un básico de belleza para todo aquel que tenga un mínimo interés. La hidratación es esencial, tanto si tienes la piel seca o grasa. El agua es necesaria sí o sí. Dásela a tu piel ya sea bebiendo para hidratar desde dentro, como a través de productos específicos para hacerlo también por fuera.
LLEVARÁS SIEMPRE SPF 50 LOS 365 DÍAS DEL AÑO. Puede que te parezca una exageración, pero ¿sabías que también tiene efectos nocivos en invierno y en los días nublados?. Protégete cada día cuando salgas a la calle, no importa la época del año. Hazlo y notarás la diferencia. Es la mejor prevención ante el envejecimiento y las odiosas manchas.
IRÁS A LA PLAYA SIEMPRE CON SOMBRILLA. Esto es un must. Si no vas con sombrilla a la playa, no te importa tu piel. Es así. He de admitir que me he convertido en la pesadilla de mi grupo de amigas, ya que necesito clavar la sombrilla sí o sí cuando vamos a nadar al mar. Si no puedo llevármela, prefiero quedarme en casa. Sorry not sorry.
SALDRÁS A LA CALLE CON GAFAS DE SOL. La piel de alrededor de los ojos es la más sensible y la que primero muestra signos de envejecimiento prematuro. Las gafas de sol te protegerán de ellos. ¡No te las olvides!
TE LAVARÁS LA CARA DÍA Y NOCHE. Al levantarte y al acostarte. Mantener la piel limpia es esencial para tener una complexión clara y sin imperfecciones.
TE INTERESARÁS POR LOS TRATAMIENTOS PREVENTIVOS. A cierta edad (25+) es recomendable empezar a tantear algunos tratamientos de belleza preventivos: vitaminas, botox, mesoterapia facial, láser... no es obligatorio, pero es recomendable.
UTILIZARÁS ALMOHADAS DE SEDA. Oh yes! Las almohadas de seda son un básico en mi juego de cama. La seda es un material completamente natural e hipoalergénico que no es nada agresivo con tu piel. Además no absorbe la suciedad ni la mitad que las fundas de algodón. También ayudará a que tu pelo se mantenga limpio y sin encrespar de un día para otro. ¡Maravilla!
LA COSMÉTICA NATURAL SÍ FUNCIONA. Hablando de materiales naturales, es importante que también inviertas en cosmética natural, ecológica y vegana, que puede ayudarte a equilibrar la piel de forma delicada, pero segura. Combínala con otros productos y verás auténticas maravillas en tu piel.
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